UNDÉCIMA ETAPA: San Juan de Ortega - Burgos.
Viernes 20 de mayo de 2022
La tarde de ayer estuvo de sorpresas, ya que cuando Laura y yo regresamos del arroyo de San Juan, nos encontramos a Juan Primor y a las dos nórdicas en la puerta del albergue, sin poder pernoctar en él,
ya que cuando regresaron de Agés todas las camas se encontraban ocupadas. Lo que les ocurrió fue que cuando llegaron a su fin de etapa, se encontraron con que, por problemas personales de la posadera, el albergue de la localidad llevaba ya cerrado varios días, decidiendo deshacer el camino y volver hasta San Juan de Ortega, decisión, bajo mi modesto entender, totalmente errónea, ya que si hubieran seguido dos o tres kilómetros más se hubieran encontrado con el albergue de Atapuerca; pero allá ellos. Está claro que el camino nos los devolvió. Al final el alberguero nos solucionó el problema de alojamiento y los cinco nos apañamos con cuatro camas; ni que decir tiene que las dos personas que durmieron juntos fueron......., los que fueron.
Y aquí termina esta pequeña serie en la que, desde el sillón de mi despacho, traté de seguir los pasos que desde un día antes de que empezara, y me refiero a mi serie, comenzó un gran amigo mío desde San Juan de Pie De Puerto, en el Pirineos francés; un amigo que como diría otro, "todo lo hace bien el muy c.....".
Espero que os haya entretenido; creo que sí. Y digo que creo que sí porque habéis sido muchos los que me habéis dado ánimo en mi empresa. Perdonad si os he confundido a veces sobre la veracidad de mis "vivencias compostelanas", queriendo remarcar que tan solo lo hice con el objetivo de entretener.
Algunos preguntaréis ahora que porqué concluyo esta serie y no prosigo tras la estela que va dejando el amigo del que os hablé, y que tiene la intención de llegar hasta Santiago. Pues simple y sencillamente no prosigo porque me han surgido una serie de cosas a las que tengo que atender y que me impiden entregarme a la escritura como ella se merece. Pero que sepáis que mi intención era que "el colombiano Aarán Cifuentes volviese a cometer un nuevo asesinato a la altura de la localidad de Sanabria, pero que fuese hecho preso en las calles de Santiago cuando se disponía a asestarle un golpe mortal al que escribe estas líneas. Que Juan Primor terminase el camino en compañía de Erika, consiguiendo su marca personal de hacer crujir los somieres en todos aquellos albergues en los que pernoctaron; que Annika, harta de no conseguir lo que buscaba decidiera quedarse en la ciudad de Burgos; y que Laura, aunque algunos lectores pensaran otra cosa, demostrara que siempre fue lo que fue, una gran señora, llegando a Santiago muy fortalecida mentalmente y habiendo recuperado la ilusión que tenía perdida cuando comenzó su camino en Somport. En cuanto a Aracelis, la dominicana, nunca más supe de ella, habiéndose esfumado como si no quisiera nunca más saber de mí, cuando en verdad puedo asegurar que no di motivo para su comportamiento."
Queridos lectores y lectoras, gracias por dedicarme unos minutos de vuestro tiempo en estos últimos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario